EL EVANGELIO PROHIBIDO DE JUDAS: NI EVANGELIIO, NI PROHIBIDO, NI DE JUDAS.

El presente artículo corresponde a una breve síntesis de un documentoextenso enviado a Discovery Channel, National Geographic Channel yJesus Seminar con destino a sus ilustres académicos, en orden arefutar las series de su tendenciosa trilogía: el Código Da Vinci, el Evangelio Prohibido de Judas y los Rivales de Jesús.El grupo Jesus Seminar se define como una organización de 70 exégetase historiadores, desvinculado de cualquier corriente religiosofilosófica, que tiene sus oficinas centrales en Sonoma (California) –de forma coincidencial en California funcionan también las oficinascentrales de las principales vertientes de la New Age que agrupan alesoterismo gnóstico -.

El Jesus Seminar esta dirigido por John DominicCrossan (desde 1994) y Robert Walter Funk (vinculado en 1993), Roy WHoover (1993), Helmut Koester (1989), S. J. Patterson (1992), JamesMcConkey Robinson, Gerd Theissen y Annette Merz (1985), R. E. Brawn,John P. Meier, W. Schrage y R.M. Grant (1999), que regularmenteintervienen en las series citadas, junto con Bart Ehrman (Universidadde Carolina del Norte, Wlliam Klasen (Universidad de Waterloo), GraycEvans (Universidad de Canadá), Stphen Emmel y Elaine Pagels (Universidad de Princeton).Aclaro que no he recibido respuesta de Discovery ni de la organizaciónque se confiesa desvinculada de cualquier corrientefilosófico-religiosa, y que sin embargo se ocupa de asuntos propiosdel ámbito religioso, tratados por corrientes en el transcurso de la historia.

El texto de Judas no es objetivamente un evangelio, ya que nocorresponde a las características para ser catalogado como tal en loreferente a su redacción, pues no obedece a una experiencia de Dios después de la resurrección. Ni es por lo tanto una experiencia comunitaria eclesial; no puede serlo en cuanto Judas se ahorco antes de la resurrección del Señor, y no existen datos objetivos históricos de una comunidad en torno a Judas. El texto "KATA IOUDAS" no fue prohibido, fue excluido del canon, y ya hacia el siglo II Ireneo de Lyon cuestiona su autenticidad porque contradice los criterios que garantizan la canonicidad:

Los textos deben afirmar el monoteísmo, y el texto en cuestión afirma un panteísmo politeísta al considerar que "la chispa divina" habita en todo, aunque perfectamente en Jesús, que se debate ante una divinidad que se manifiesta igualmente benigna y maligna.

Los textos deben estar escritos en hebreo, arameo y griego (para los Deuterocanonicos y Nuevo Testamento). Del texto de Judas existen escritos además del kopto (texto presentado por National), en hebreo, en Siríaco, textos todos diversos, y no en el griego de los textos canónicos .

Los textos deben tener coherencia intratextual e Intertextual. El texto en mención se contradice internamente y sobretodo se contradice con el conjunto total de la sagrada escritura y de todos los demás textos apócrifos.

Los textos del Nuevo Testamento deben afirmar el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento. El texto atribuido a Judas no afirma en su conjunto el cumplimiento de ninguna profecía ni en su fondo ni en su forma. Finalmente el texto adjudicado a Judas, proveniente en la compra en el mercado negro de antigüedades del Cairo en 1980 - afirmación propia del documental -, al ser comparado con los textos diversos ya enunciados y los argumentos citados, no permiten afirmar su autenticidad en cuanto la autoría de Judas; por tal razón conviene distinguir cualquier hipótesis frente a datos objetivos que conducen al conocimiento y la verdad, máxime cuando media una responsabilidad social en términos de transferencia de conocimiento.

Raúl Cajamarca Rodríguez

Filósofo – Teólogo

Experto en: Latín, Griego, Hebreo, Arameo.

Profesor Universidad Santo Tomás

Fundación Universitaria Juan de Castellanos