domingo, 23 de septiembre de 2007

AMOR Y AMISTAD: ¿ALIANZA O PACTO?
Esta reflexión se orienta a ofrecer una mirada respecto al contenidoque las Sagradas Escrituras cristianas, judías e islámicas, revelansobre el sentido de este binomio, que aún el comercio promociona comoinseparable y que en verdad las Escrituras así lo declaran.En este orden, el modelo, principio y fuente de toda amistad –que sepresenta como verdadera- es la amistad que Dios establece a manera deAlianza con el ser humano; tal es el caso con Abraham (Is 41,8; Gn 18,17ss), con Moisés (Ex 33,11) y con los profetas (Am 3,7) a quienestrata como amigos (re'a en hebreo. Corán, sura 20,39; 4,73; 30, 21).Es pertinente resaltar que la amistad – en su comprensión sociológica-es expresión reflejo del amor de Dios que se da en alianza al serhumano. Vale la pena aclarar a este respecto que la palabra alianza(berith en hebreo), implica de Dios el cumplimiento de sus promesasde amor y amistad hacia la humanidad, pese a nuestras infidelidades;mientras que el ser humano suele vivenciar la amistad con Dios como lavivencia con sus congéneres, en términos de pacto (tsiwah), es decir,faltando al cumplimiento de lo prometido pese a la fidelidad de laotra persona y también del Señor.El amor y la amistad de Dios en alianza como ofrecimiento, deberíaser la finalidad a alcanzar por la celebración de "amor y amistad" queel comercio promociona como pacto: "cuanto me das, tanto te devuelvo".Solamente la comprensión de amor y amistad como alianza, cumpliendo enfidelidad lo prometido, nos garantiza ser llamados amigos (filos engriego. Eclo 6,15ss; 7,18; 9,10), hasta el punto de la alteridad totala la manera del Señor (Jn 15,15ss), por cuanto el amor esesencialmente de orden espiritual y deriva de un espíritu distinto alde la mera filantropía, en primer lugar por su modelo: imitar el amormismo de Dios entre nosotros (Mt. 5,44ss; Ef. 5,1s.25; 1Jn 4,11s);luego por su fuente, y sobre todo porque es la obra de Dios ennosotros: ¿Cómo seríamos nosotros misericordiosos como el Padre (Lc.6,36) si no nos lo enseñara el Señor (1Tes. 4,9), si no lo derramarael Espíritu Santo en nuestros corazones (Rm. 5, 5; 15, 30.)? Esteamor viene de Dios y en cuanto hemos sido tomados por El como hijos,existe en nosotros (1Jn. 4, 7); así, que si amamos es porque El nosamó primero (1Jn. 3, 16; 4, 19 ss); en oposición al compañero(etaíros) que generalmente traiciona (Mt. 26, 50), envidia (Mt. 20,13), obra con imprudencia e irrespeto (Mt. 22, 12).La coincidencia en la revelación común a las tres grandes religiones,que sitúa la alianza como vértice de la relación Dios-género humano,debe constituirse en un punto serio de reflexión para una sociedad queparece en su conjunto estar sometida en sus relaciones transpersonalesde amor y amistad bajo el modelo de pacto, alentado por una ética de"valores civiles". Recordemos algunos ejemplo que ilustran loanterior: el "matrimonio civil" lleva implícita la posibilidad deruptura en cuanto contrato, y en el contexto de unión sacramental, elamor se ha sometido al egoísmo, de tal forma que resulta fácilabandonar el compromiso adquirido para asumir otro "civil" quegarantice su próxima ruptura.El comercio, que a la par del día del amor y la amistad patrocinacontratos con "pacto de retroventa" quedando implícita la posibleexpropiación del bien, esto sin contar la usura.Las instituciones de carácter público o religioso, que al interior desi mismas y sus procesos de formación acuerdan "pactos de aula", quesin embargo no evitan el crimen ni las retaliaciones bien seanfísicas, morales, sirviéndose de la autoridad como "poder" frente asus educandos o formandos. Quiero cerrar esta reflexión con la exhortación que nos hace el apóstol Santiago 4, 4–6. "¿no sabéis quela amistad con el mundo es enemistad con Dios?. Cualquiera, pues quedesee ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios…Diosresiste a los soberbios y da su gracia a los humildes."NADIE TIENE MAYOR AMOR QUE EL QUE DA LA VIDA POR SUS AMIGOS. VOSOTROSSOIS MIS AMIGOS SI HACEIS LO QUE YO OS MANDO. A VOSOTROS NO OS LLAMOYA SIERVOS, PORQUE EL SIERVO NO SABE LO QUE HACE SU AMOR; A VOSOTROSOS LLAMO AMIGOS. Jn. 15, 13-15."

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