domingo, 9 de agosto de 2009

¡ACACÍAS!: CAMINO A LA REFORMA CATÓLICA


Con el ánimo de servir a la verdad, servicio que los medios de comunicación regional y la propia jerarquía eclesiástica no han cumplido con suficiente rectitud; hago claridad sobre la autenticidad de la Iglesia Católica Apostólica Independiente de Colombia, que está radicada para el Departamento del Meta en el municipio de Acacías y, es representada por el Padre Pedro Arnulfo Sánchez, quien fue Ordenado por Monseñor Jorge Humberto Gartner López.

Como lo manifesté ante el Arzobispo, Monseñor Oscar Urbina Ortega y ante el Vicario Episcopal Carlos Eduardo Quintero -buscando lazos de unión en un mundo tan dividido-, quiero ahora explicar paso a paso que la Iglesia Católica Apostólica Tradicional posee legítima Sucesión Apostólica; por lo tanto, la Ordenación sacerdotal del Padre Pedro es válida, participa de la licitud a la luz del Código de Derecho canónico que rige a la Iglesia católica, y en el que podemos leer:
1024 Sólo el varón bautizado recibe válidamente la sagrada ordenación.
1025 § 1. Para la lícita ordenación de presbítero o de diácono se requiere que, tras realizar las pruebas que prescribe el derecho, el candidato reúna, a juicio del Obispo propio o del Superior mayor competente, las debidas cualidades…
1033 “Sólo es ordenado lícitamente quien haya recibido el sacramento de la confirmación”. Una revisión del citado Código evidencia que el Padre Pedro no puede ser calificado como irregular para recibir la Ordenación y, además cumplió con los requisitos previos ante su Obispo, sin incurrir en impedimentos, ya que nunca perteneció al clero arquidiocesano, y sobre todo, está cobijado bajo la Sucesión Apostólica.

Insisto en la legitimidad de la Sucesión Apostólica [1], porque es precisamente ese aspecto el que los medios de comunicación no han querido mostrar, y las autoridades eclesiales no han querido aceptar públicamente, aunque privadamente lo admiten. Este silencio al parecer deliberado, muchas veces alimentado por términos descalificativos de quienes están más llamados a hablar con exactitud, causa confusión en la comunidad y atenta contra lo que el Código Canónico afirma en el canon 220: A nadie le es lícito lesionar ilegítimamente la buena fama de que alguien goza, ni violar el derecho de cada persona a proteger su propia intimidad.

No se puede ser temerario tachando de falsa a una expresión legítima de la fe, ya que las diferencias con el Vaticano no son sobre los Dogmas de Fe, Doctrina ni moral; simplemente, son sobre las normas llamadas técnicamente “disciplinarias”, específicamente en lo que tiene que ver con el celibato sacerdotal [2]; que se trata de una disciplina eclesiástica sujeta a cambio, que de hecho cambió y puede, teóricamente, seguir cambiando. No se trata de un dogma de fe. La hermana Iglesia Ortodoxa, que ordena sacerdotes "válidamente" según el juicio de la Iglesia Católica, admite hombres casados al sacerdocio. Es más, la misma Iglesia Católica en los países donde predomina el rito Bizantino -por ejemplo en Ucrania, por mencionar sólo uno- ordena sacerdotes a hombres casados, los cuales continúan viviendo vida matrimonial después de la ordenación.

En lo personal, estoy convencido que este camino, es providencial, permitiendo libertad de opción para tantos verdaderos varones que quieren servir a Dios, obrando de acuerdo a su conciencia y en orden a la Declaración Universal de los Derechos humanos:
Artículo 16. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

Los sacerdotes que habiendo procreado, y desean actuar responsablemente con su mujer e hijos, permitiéndoles el goce a un nombre, a una familia, al amor de sus padres; sin lugar a dudas, encontrarán su realización sirviendo a Dios con libertad, sin llevar la doble moral que la disciplina les obliga; pues libertad sin Dios, o Dios sin libertad, son la misma esclavitud.

La Reforma que adelanta el Padre Pedro Arnulfo Sánchez desde la Parroquia San Pedro Apóstol, por voluntad de Dios, seguirá atrayendo a muchos a la Fe, ya que a decir de los feligreses: "Es un hombre dispuesto las 24 horas del día, un sacerdote que no trafica económicamente con los sacramentos, un ministro de Cristo que vive la fe, a diferencia de muchos que viven de la fe, un pacifista que trabaja por la unidad... y en las celebraciones que preside, se siente realmente la presencia del Buen Dios que obra con misericordia"
[1] http://icai.galeon.com/productos2157107.html


http://icai.galeon.com/productos1851926.html
[2] http://www.celibato.org/